
Hablan Jesús y María
María: ¿Ocurre algo hijo?
Jesús: Ocurre que he sentido el ruido de la puerta y al ver quien entraba el Amor se desbordó.
María: Siempre puntual, siempre a su hora, siempre corriendo con el ansia de un alma enamorada.
Jesús: ¡Ah! ahora se sienta y me mira y Yo la miro. Para ella ya no existe el tiempo porque le doy de mi eternidad.
María: ¡Si las almas supieran de este tesoro!